En esta obra el doctor Javier Tamayo pretende, sobre todo, mostrar los vacíos, las vaguedades, las contradicciones y las incoherencias de todo el Estatuto
Esta primera edición explora los problemas de interpretación jurídica y sus métodos, en tres ámbitos distintos: el contractual, el legal y el constitucional. Con una escritura rigurosa y fresca, el autor busca que sus lectores se aproximen a las principales discusiones que han marcado la actividad de quienes dedican parte de su vida a comprender y aplicar el sistema de regulación de la conducta humana que denominamos Derecho. En estas páginas, se revela la cercanía que existe en materia de interpretación entre el Derecho, la literatura y la filosofía
La construcción de este libro fue posible gracias a la colaboración de expertos provenientes de diferentes latitudes e instituciones, quienes aceptaron de manera amable y generosa contribuir con la construcción doctrinal de un área compartida por el derecho privado interno y por el derecho internacional, que por su innegable complejidad ha estado infortunadamente abandonada en nuestro entorno. Como se observa, el libro cuenta con una estructura clásica del derecho internacional privado, en el sentido en que se abordan los cuatro grandes temas que el derecho de tradición romano-germánica considera incorporados en la materia, es decir, el ‘conflicto de leyes’, el ‘conflicto de jurisdicciones’, el ‘tratamiento de los extranjeros’ y la ‘nacionalidad’.
“…El derecho internacional privado es una disciplina del conocimiento que mejora la capacidad de abstracción de los abogados. La teoría general de los conflictos de leyes es, en particular, un método que, al aprehenderse y aplicarse, hace que el razonamiento jurídico de quien lo practique sea más preciso y fino. No es casualidad que muchos de los más grandes juristas franceses del siglo XX hayan sido, al principio de sus carreras, profesores de derecho internacional privado. Los casos de Henri Batiffol y Pierre Mayer, ambos, a fin de cuentas, serios filósofos del derecho, ilustran perfectamente las virtudes de la materia. La lectura de este libro es, en definitiva, necesaria para todos aquellos que quieran ejercer la profesión de abogado en la arena internacional y, más en general, para todos aquellos que quieran entender el funcionamiento subyacente de las verdades jurídicas y, por ende, convertirse en juristas. No me resta sino desearle al lector que emprenda su lectura con el mismo entusiasmo con el que los autores de este libro y, en especial, sus excelentes directores, los profesores Antonio Aljure y Laura García, escribieron cada una de sus páginas”.