La pérdida de la oportunidad, actualmente, se ha convertido en una figura recurrente en los procesos de responsabilidad civil del Estado, en especial en el ámbito médico sanitario, no obstante, siguen existiendo inconvenientes en cuanto su a verdadero alcance y los requisitos que deben demostrarse para que la misma pueda ser aplicada a un caso particular.

Por lo anterior, en esta segunda edición se insiste en considerar la pérdida de la oportunidad como un daño autónomo y cierto, no como un perjuicio, que es susceptible de generar unas consecuencias que merecen ser reparadas conforme a la tipología tradicional de los perjuicios, para lo cual se corrobora la necesidad de diferenciar el daño del perjuicio y se agrega un análisis sobre los conceptos de existencia, situación potencialmente apta, y porcentaje de probabilidad, que constituye tres aspectos diferentes de la figura y tienen relación estrecha con el carácter cierto del daño.